miércoles, 1 de mayo de 2013

Crítica: Iron Man 3

POR JOAQUÍN RODRÍGUEZ


            Simplemente Genial. Ese es el adjetivo que mejor define a la 'cuarta' entrega de Iron Man. Las bromas de Robert Downey Jr., un guión con giros inesperados y los nuevos 'juguetes' de Tony Stark harán las delicias de todos los seguidores de la Saga. He dicho cuarta entrega. Sí, lo he hecho aunque se llame Iron Man 3. No puedo dejar de pensar que Los Vengadores es la tercera película de Iron Man, por su protagonismo en el desenlace de esa película y su inconfundible aroma en todos sus diálogos.
            La vida del genio, playboy, filántropo, millonario... Tony Stark se verá en esta ocasión molestada por la irrupción del Mandarín, un villano muy mediático de larga barba y exótica vestimenta que quiere dar una lección a los siempre altivos estadounidenses. El ego del polifacético inventor se medirá esta vez con el del terrorista interpretado por Ben Kingsley, en una carrera de consecuencias imprevisibles. Véase la destrucción del 'chalecito' de Stark en Malibú, California, cuidada escena que los publicistas se han encargado de adelantar en los trailers.
 
            Shane Black dirige su propio guión y da el relevo a Jon Favreau, director de las dos primeras entregas de la Saga. El nuevo director realza la figura de Tony Stark, sacando a relucir el ser humano que dirige el traje de hierro, se trata de vindicar al hombre por encima de la máquina. Numerosas escenas en las que sólo el ingenio del protagonista consigue llevar adelante, sin artificios. El largometraje ahonda en la relación con Pepper Potts, a la que da vida Gwyneth Paltrow y presenta a un héroe tocado, que sufre crisis de ansiedad y no duerme. Igual que en la primera película, Stark va mejorando en todos los sentidos, conforme avanza la película.
            Cabe destacar las escenas con un compañero inesperado de aventuras, un simpático niño le ayudará en su lucha contra el temido Mandarín. Completando el reparto encontramos a Guy Pearce como el envidioso Aldrich Killian y a Don Cheadle como James Rhodes, fiel amigo de Stark. Resaltan también las referencias al propio cine y los medios de comunicación, siendo los periodistas testigos privilegiados en varias escenas. Asimismo, los mitos y miedos de la sociedad son examinados con fiereza en el guión, abordando con sarcasmo y esperpento algunos de ellos.
 
            Los efectos especiales de la película son un auténtico espectáculo, las mejoras en el traje, las explosiones de edificios y las peleas con el villano harán las delicias del espectador. No faltan tampoco tradiciones Marvel, como los guiños a compañeros de fatigas como Capitán América, el breve cameo de Stan Lee o la colocación de la presentación inicial de actores justo al final de la cinta.
            Diálogos con mucho gancho, acción bien rodada y sin estridencias, mil inventos de Stark, referencias a otros superhéroes y un Robert Downey Jr. en estado de gracia, son los elementos que conforman una película, simplemente Genial.

Nota: 8,5/10
 
 
 
 
 
 
Publicado por Joaquín Rodríguez el 2 de mayo de 2013.
 
 

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