miércoles, 6 de marzo de 2013

Crítica: Hansel y Gretel, cazadores de brujas

Por GUILLER VERDÍN


Nueva entrega, de acción y emoción, de la moda de versiones de cuantos clásicos. Sigue la línea de violencia, sangre e intestinos de Zombis Nazis, la película anterior del director noruego Tommy Wirkola.

Visualmente impactante. Podemos decir que ha nacido para el 3D. Sin él perdería notablemente su espectacularidad. Aunque abusa mucho del recurso de dar la sensación de que se están arrojando objetos al público. Que en una medida correcta es muy emocionante, pero en este caso, el exceso la perjudica. El diseño artístico y la recreación del ambiente histórico y de cuento son muy acertados.  Pero entran en el error de intentar insertar tecnología bélica en una época y entorno no adecuados. Últimamente falta un recurso para llevar estás historias a la acción de batalla trepidante sin meter a calzador armas muy poco creíbles.

Usa también la herramienta del susto violento con el cambio de toma o el giro de cámara. Y a eso acompaña un terrorífico maquillaje que deforma la cara de las brujas recreando podredumbre que nos trae a la cabeza los rostros de los zombis del anterior trabajo de Wirkola. Tras esas armas poco creíbles y maquillajes terroríficos encontramos unas interpretaciones bastante correctas, pero que ni mejoran ni empeoran la cinta. Es interesante que Wirkola elija para los papeles principales actores poco conocidos y para los secundarios, actores escandinavos o daneses desconocidos para el público de Hollywood.


Quizás no necesite una gran interpretación pues aunque la ligación entre las escenas de sangre y sesos tiene mucho más peso que en Zombis Nazis, no es una gran historia. Es una versión distinta del cuento pero en la línea de los últimos remakes. El guión, coescrito por el director escandinavo, tiene una estructura poco original basada en la sucesión de batallas violentas y de sustos. Y, aún viniendo de una obra literaria con mucha moraleja, como son todos estos cuentos, vemos una película vacía de mensaje más que el de Quemar a una bruja es la mejor manera de acabar con ella.

Además de los efectos especiales, la música es de lo más destacable de la película. Una más que correcta mezcla de rock para las escenas de acción y batallas y de instrumentos sinfónicos para la ambientación medieval o postmedieval y fantástica.

El aroma general que desprende la película se enfrenta con el género del que toma la idea. Hansel y Gretel: cazadores de brujas es una película de acción pero no deja de ser un cuento. Todas esas ideas de la magia negra, o de la magia blanca, la ternura de una trol que cuida de Gretel… nos dan esa sensación de que estamos viendo, una especie de segunda parte del cuento clásico de Hansel y Gretel. Pero la violencia desmedida, la sobreabundancia de sangre y vísceras y otros elementos poco infantiles, devuelven al espectador a su madurez. Pues esta película, no es un cuento para niños.

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